La Unión
Europea está enfrentando su mayor examen de humanidad en décadas y hasta el
momento la respuesta suspende claramente en derechos humanos. Abusos en las
fronteras, descoordinación ante la crisis y falta de un liderazgo claro están
siendo la tónica.
Es una
crisis de refugiados, pero también es la crisis de Europa y su deplorable
respuesta. Los líderes europeos deben estar a la altura, cumplir el derecho
internacional y proteger a aquellos que lo necesitan.
Teniendo
en cuenta que desde marzo de 2011, centenares de miles de personas han
perdido la vida como consecuencia del conflicto armado en Siria, muchas de
ellas civiles, y otras miles permanecen detenidas o secuestradas siendo objeto
de tortura u otros malos tratos, o malviven en ciudades bajo asedio. Alrededor
de 85.000 personas han desaparecido, tanto el Gobierno sirio como los grupos
armados de oposición son responsables de abusos contra los derechos humanos y
crímenes de guerra: han asesinado, torturado y maltratado prisioneros.
Considerando
que como consecuencia de este grave conflicto armado, actualmente el número
de personas refugiadas supera los 4 millones, la gran mayoría de los cuales han
buscado seguridad en países vecinos como Jordania, Líbano, Irak o Egipto, y otros 7,6
millones de personas se encuentran desplazadas dentro de las fronteras de
Siria. Es decir, más de 11 millones de personas, aproximadamente
la mitad de la población de Siria, han tenido que abandonar sus hogares.
Ante esta
situación, la respuesta de la comunidad internacional deja mucho que
desear. Es urgente que se emprendan acciones para proteger a la población civil
y prevenir que se cometan más crímenes de derecho internacional. La inacción
internacional incrementa la impunidad de los responsables de violar los
derechos humanos. España, como parte de la comunidad internacional, también
tiene responsabilidades respecto a esta crisis humanitaria, por lo que
consideramos que el Gobierno español debe dar una respuesta centrada en los
derechos humanos de las personas que huyen del conflicto en Siria.
1) Ofrecer una respuesta acorde a los más
de cuatro millones de refugiados a través de rutas legales y
seguras. Es necesario incrementar de forma muy significativa las plazas de
reasentamiento, conceder más visas humanitarias y facilitar la reunificación
familiar. Se debe priorizar a mujeres y niñas en riesgo, personas con
necesidades médicas o con discapacidades y otras con necesidades especiales de
protección.
2)
Promover que la comunidad internacional emprenda las acciones necesarias
para proteger a la población civil de Siria y prevenir que se cometan más
crímenes de derecho internacional, incluidos crímenes de guerra y de lesa
humanidad.
3) Instar
al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas a que remita la situación de Siria a
la Corte Penal Internacional, y ordene la congelación de activos del
presidente Bashar Al-Asad y sus colaboradores cercanos.
4) Promover que se ponga fin de inmediato a las transferencias
de armas al Gobierno sirio, así como impedir el flujo de armas y otro tipo
de apoyo militar a grupos armados en Siria que se crea han llevado a cabo
graves violaciones de derechos humanos o del derecho internacional humanitario.
Así como la imposición inmediata de un embargo global de armas a las fuerzas
del Estado Islámico, en cualquier país donde se encuentren.
4) Incrementar el apoyo, tanto financiero como técnico, al Plan
de Respuesta Regional de NNUU para la crisis de Siria.
Además,
el Ayuntamiento de Zamora asume el compromiso de:
Poner a disposición del Gobierno de España o de la Comunidad de Castilla
y León los medios acordados en las reuniones mantenidas con las ONGs de la
ciudad hace meses.