Muchas
empresas están reclamando al Ayuntamiento los intereses por retraso en el pago de sus facturas antes de que
prescriban
Muchas empresas están reclamando el pago de los intereses por
haber retrasado el pago de sus facturas por
tiempo superior al que marca la Ley. Hoy son 30 días el límite en el que el
Ayuntamiento tiene que situarse, teniendo en cuenta que las facturas
pequeñas se retrasan mucho más al realizar el cálculo de una forma ponderada
entre el nº de días y el valor de la factura.
Acuerdo tomado en pago a intereses a Zamora Limpia |
O dicho de otra manera, las grandes facturas se pagan en 25 días y
las pequeñas superan los dos y tres meses, tal y como ha puesto de relieve el
Interventor Municipal.
Una vez que el Ayuntamiento se puso al día en los pagos, las grandes empresas le pasan otra factura
del pasado, y en concreto del primer mandato de Rosa Valdeón en el que se
produjo un verdadero desequilibrio de las cuentas.
Ponemos como
ejemplo la reclamación de los intereses de varias facturas de Zamora Limpia
durante los años 2009, 2010 y 2011 (seguramente las reclamaciones de intereses continuarán).
Se trata de once facturas
por valor de más de 2 millones de €, que se retrasaron algunas hasta 233 días
en el pago cuando la Ley en ese momento establecía un máximo de 60 días. El
Equipo de Gobierno pensó que al final las empresas se conformarían, pero las
empresas cuando finalizan sus contratos -Zamora Limpia ha finalizado con creces
sus contratos- reclaman todo lo que es legal en el Ayuntamiento antes de que
prescriba.
De esta forma el Decreto de
Alcaldía de fecha 19 de diciembre acuerda pagar 53.342€ a Zamora Limpia por el
retraso en el pago en su día. Los intereses legales son enormes (entre el 8
y el 8,25%).
El Plan de
Pago a Proveedores ha supuesto un extra de 2 millones en intereses derivados de la mala
gestión económica de Rosa Valdeón en su primer mandato. A ello hay que añadirle
ahora todas las reclamaciones que están haciendo, además de Zamora Limpia,
Correos, Iberdrola y otros. El Plan de Ajuste consistió en una operación para
que los zamoranos pagaran de sus bolsillos la mala gestión económica del PP.
Ahora quedan los flecos del pasados que por desgracia nos recuerdan las grandes
empresas.